El sueño del futuro se forja en una textura artística palpable, con titanio y acero inoxidable iridiscente como base. El proceso de nano-recubrimiento le da a la placa un brillo fluido similar al del “metal líquido”, como una galaxia solidificada. La película de proyección holográfica oculta refracta una luz arcoíris en gradiente, del rosa púrpura al índigo, en diferentes ángulos. Cuando se convierte en el fondo de ciencia ficción de la sala de estar o en el faldón futurista de la pared del dormitorio, el metal frío y la luz y sombra oníricas colisionan para crear una atmósfera surrealista. Tus dedos recorren la fría superficie cepillada y tus ojos caen en la dimensión infinita de luz y sombra. El apartamento urbano se transforma instantáneamente en una cabaña de hibernación suspendida en las estrellas, permitiendo que cada noche inicie un sonambulismo visual por la realidad en la fría poesía del “sueño metálico”.
