El espíritu milanés se infunde en el espacio, el ritmo geométrico se perfila con líneas metálicas, y el patrón de mármol natural y la pintura mate se combinan para crear una gran tensión. En el tono de baja saturación del sistema de color Morandi, la tira de luz integrada crea un suave halo entre los huecos de los paneles de pared, y el revestimiento de 0,5 mm con tacto de piel proporciona una suavidad aterciopelada. Ya sea el foco visual del salón o el fondo íntimo del dormitorio, cada luz y sombra oblicuas son una fiel interpretación de la estética italiana: no hay necesidad de amontonar lujo, solo las líneas limpias y la sofisticación del material, para que la vida cotidiana se tiña de una sensación de ritual, como una pasarela.



